Por lo general, la base es la cantidad de su inversión de capital en un bien para fines tributarios. Utilice su base para calcular la depreciación, amortización, agotamiento, pérdidas por hechos fortuitos y toda ganancia o pérdida generada por la venta, intercambio u otra enajenación de la propiedad. En la mayoría de las situaciones, la base de un activo es el costo para usted. El costo es la cantidad que usted paga por él en efectivo, en obligaciones de deuda o con otros bienes o servicios. El costo incluye el impuesto sobre la venta y otros gastos relacionados con la compra. Su base en algunos activos no puede ser determinada por el costo para usted. Si adquiere el bien por un medio que no sea una compra (tal como un regalo o una herencia), consulte la Publicación 551, Base de activos (en inglés), para obtener más información. Si compra acciones o bonos, su base es el precio de compra más todo otro costo adicional, tal como comisiones y honorarios de registro o de transferencia. Si tiene acciones o bonos que no compró, es posible que tenga que determinar su base a raíz del valor justo de mercado de las acciones y los bonos en la fecha de la transferencia o la base del anterior dueño. Consulte la Publicación 550, Ingresos y gastos de inversiones (en inglés), para obtener más información. Antes de calcular la ganancia o pérdida en una venta, intercambio u otra enajenación de bienes, o antes de calcular la depreciación permisible, usted tiene que determinar su base ajustada de ese bien. Ciertas situaciones que ocurren durante su período de posesión legítima, podrían aumentar o disminuir su base, resultando así en una "base ajustada". Aumente su base con elementos, tal como, el costo de mejoras que añaden al valor de su propiedad, y disminúyala con otros aspectos como la depreciación permisible y los reembolsos de seguros contra pérdidas por hechos fortuitos y robos. Para obtener más información, consulte las Instrucciones para el Anexo D (Formulario 1040), Ganancias y pérdidas de capital (en inglés).