IR-2018-224SP, 16 de noviembre de 2018 WASHINGTON — El Servicio de Impuestos Internos les recordó hoy a los empleados elegibles que ahora es el momento de comenzar a planificar para aprovechar al máximo las cuentas flexibles de gastos de salud (FSA, por sus siglas en inglés) de su empleador en 2019. Las FSA brindan a los empleados una manera de usar sus dólares libres de impuestos para pagar gastos médicos no cubiertos por otros planes de salud. Debido a que los empleados elegibles deben decidir cuánto contribuir a través de deducciones de nómina antes de que comience el año del plan, muchos empleadores ofrecen a sus empleados la opción de inscribirse en una FSA este otoño para la participación que comienza en 2019. Los empleados interesados que deseen contribuir durante el nuevo año deben hacer esta elección nuevamente para 2019, incluso si contribuyeron en 2018. Las personas que trabajan por cuenta propia no son elegibles. Un empleado que decide participar puede contribuir hasta $2,700 durante el año del plan de 2019. Hay un aumento de $50 sobre el año 2018. Los montos aportados al plan no están sujetos al impuesto federal, impuesto del Seguro Social o el impuesto de Medicare. Si el plan lo permite, el empleador también puede contribuir a la FSA de un empleado. Durante el año, los empleados pueden usar los fondos para pagar gastos médicos calificados no cubiertos por su plan de salud, y que incluyen copagos, deducibles y una variedad de productos y servicios médicos que van desde atención dental y de la vista hasta anteojos y aparatos auditivos. Los empleados interesados deben consultar con su empleador para obtener detalles acerca de los gastos elegibles y procedimientos de reclamo. Conforme a la disposición de uso o pérdida, los empleados participantes a menudo deben incurrir en gastos elegibles al final del año del plan o perder cualquier monto no gastado. Pero bajo una regla especial, los empleadores pueden, si lo desean, ofrecer a los empleados participantes más tiempo a través de la opción de prórroga o la opción del período de gracia. Bajo la opción de transferencia, un empleado puede transferir hasta $500 de fondos no usados al siguiente año del plan; por ejemplo, un empleado con $500 de fondos no gastados al final de 2019 todavía tendría esos fondos disponibles para usar en 2020. Bajo la opción de período de gracia, un empleado tiene hasta dos meses y medio después del final del año del plan para incurrir en gastos elegibles, por ejemplo, el 15 de marzo de 2020, para que finalice el año del plan que termina el 31 de diciembre de 2019. Los empleadores pueden ofrecer cualquiera de las opciones, pero no ambos, o ninguna. Los empleadores no están obligados a ofrecer FSA. Sin embargo, los empleados interesados deben consultar con su empleador para ver si ofrecen un plan FSA. Más información disponible acerca de las FSA en la Publicación 969 PDF, Cuentas de ahorro para la salud y otros planes de impuestos de salud favorecidos, en inglés, disponible en IRS.gov.